“La lectura es a la inteligencia lo que el ejercicio es al cuerpo” Richard Steele escritor y político irlandés (1672-1729).
Con el transcurso de los años existe una pérdida lenta pero progresiva en la cantidad de neuronas o células cerebrales activas en nuestro cerebro.
Esta es la principal causa de pérdida normal de la memoria, aunque sabemos que además influyen la alimentación, el exceso de alcohol, la drogadicción, el exceso de consumo de ansiolíticos y algunas enfermedades como síndromes convulsivos, tumores, cuadros depresivos y hasta la conocida enfermedad de Alzheimer. En los últimos años se incorporaron a la lista las situaciones de estrés postraumático como causa de pérdida de la memoria. El ejemplo mas claro ocurrió en los años posteriores a la crisis del 2001 en que se registró un aumento en 25% las consultas sobre este tema en el Hospital Durand de la ciudad de Buenos Aires, y los especialistas adjudicaron sus causas a situaciones de estrés severas por la crisis económica.
El mecanismo de almacenamiento de información en la memoria es muy complejo y muchos aspectos son actualmente desconocidos. Sin embargo para ser didáctico en su explicación podemos decir que existe una memoria cercana que relaciona hechos que hicimos hace un momento, generalmente son transitorios y en algunas ocasiones son fácilmente olvidables. Por otro lado la memoria remota que está relacionada con hechos que nos ocurrió hace varios años cuando éramos jóvenes o niños. Dentro de estas dos variantes esta la memoria que involucra información que utilizamos cotidianamente como lo es la dirección de nuestra casa el lugar del trabajo, el nombre de nuestros hijos, o acciones rutinarias como bañarnos, lavarnos la cara etc.
¿Cuando comienza a ser un problema la perdida de la memoria?
Cuando lo que nos olvidamos involucra hechos cotidianos. En algunas enfermedades se manifiesta con la perdida de hechos recientes de manera reiterativa y progresiva, y es en este sentido en donde hay que prestar atención, en la progresión de la perdida de memoria en un corto periodo es decir meses.
En los últimos años ha crecido la incidencia de personas jóvenes con pérdida significativa de la memoria. Esto fue analizado hace unos meses en Barcelona en las denominadas III Jornadas “Cuídate la Memoria”, donde se mostraron trabajos relacionados con el tema. Entre las conclusiones mas importantes atribuyeron entre otras causas como las previamente mencionadas al exceso de consumo de televisión.
La falta de actividades y ejercitación de la memoria donde esta incluida el consumo de televisión hace que las neuronas no “trabajen” Agustí Montalt, director de la jornada y presidente de Mutuam Catalunya, afirmó que "el objetivo de los talleres es que las personas mayores ejerciten la memoria mediante recursos lúdicos y hábiles, con el fin de mantener la independencia funcional el máximo de tiempo posible". También aconsejó el ejercicio de la lectura para aumentar la capacidad memorística de la sociedad en general y, especialmente, en los ancianos. Por contra, dijo que la televisión reduce esta capacidad.
¿Como podemos prevenir la perdida de la memoria?
Tal como prevenimos enfermedades cardiovas-culares con la actividad física, en la pérdida de la memoria la mejor manera en mantenerla activa es ejercitándola con mucha lectura, juegos de mente como crucigramas, Sudoku, rompecabezas, ya que son los hábitos que mas efectividad han presentado hasta el momento.
El hábito de la lectura debe ser inculcado desde la niñez tal como lo hacían nuestros maestros en la escuela. Este hábito debe preconizarse con más fuerza hoy en día en el ámbito escolar y debe ser continuado hasta los últimos años de nuestra vida.
Si bien existen grandes avances médicos que permiten una mayor longevidad hoy en día, mucho mejor es disfrutarla con lucidez.
“El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.” Miguel de Cervantes escritor español.
JODIDO NIÑATO
Hace 10 años